BREVE PRESENTACIÓN

Mi vida transcurrió siempre en Tapiales, por eso voy a hacer un pequeño relato. Me llamo Azucena y toda mi vida viví en Tapiales y pertenezco a la iglesia NUESTRA SEÑORA DE LUJAN Y SAN LUIS GONZAGA. Cuando yo era muy chica y sólo estaba la iglesia del SEMINARIO Y ASILO DE ANCIANOS, lugar donde tomé mi primera comunión, las calles eran de tierra y había un sacerdote que visitaba a los feligreses en sus casas porque era una pequeña comunidad, de él, recuerdo su presencia, pero no su nombre. Fueron pasando los años y gracias a Dios y al trabajo realizado por los Sacerdotes, ahora tienen seminario, noviciado, colegio en todos los niveles y terciario.
Uno de los más recordados y queridos por mi es el Padre Vicente, así fueron creciendo los Guanellianos en TAPIALES, y fueron llegando más sacerdotes, el Padre Fabián, el Padre Jorge DOMÍNGUEZ, el Padre Agustín, El Padre Silvano POLETTO, el Padre Eladio, y mas, que no recuerdo sus nombres, pero si su presencia de las misas semanales, recuerdo la consagración como Sacerdote del Padre Agustín, en la Iglesia de la Plaza.
Por primera vez fui a Oran para la celebración del día de la Virgen de la Divina Providencia e inauguración de la casa comunitaria donada a la memoria de Roberto y Juan Ignacio, cuando llegue a Oran y luego de la celebración, me di cuenta que había encontrado el mejor lugar para su eterno descanso y un nuevo sentido para mi vida.
Uno de los más recordados y queridos por mi es el Padre Vicente, así fueron creciendo los Guanellianos en TAPIALES, y fueron llegando más sacerdotes, el Padre Fabián, el Padre Jorge DOMÍNGUEZ, el Padre Agustín, El Padre Silvano POLETTO, el Padre Eladio, y mas, que no recuerdo sus nombres, pero si su presencia de las misas semanales, recuerdo la consagración como Sacerdote del Padre Agustín, en la Iglesia de la Plaza.
Por primera vez fui a Oran para la celebración del día de la Virgen de la Divina Providencia e inauguración de la casa comunitaria donada a la memoria de Roberto y Juan Ignacio, cuando llegue a Oran y luego de la celebración, me di cuenta que había encontrado el mejor lugar para su eterno descanso y un nuevo sentido para mi vida.